“En 2013 el PIB de
América Latina y el Caribe creció un 2,6%, cifra inferior al 3,1% registrado en
2012”, cita textualmente el Balance Preliminar 2013 de las Economías de
América Latina y el Caribe
que acaba de publicar CEPAL y que certifica que la económica regional
continuación la desaceleración iniciada desde el 2011. Aun así este crecimiento
se encuentra por encima del crecimiento económico mundial se redujo de un 2,4%
en 2012 a un 2,1% en 2013. El entorno global, por tanto, sigue pasándole la
factura a nuestra región.
Localmente
hablando, los “hermanos mayores” han mostrado un escaso dinamismo económico.
Brasil sólo creció 2,4% y México apenas alcanzó 1,3%. Ambos concentran
actualmente el 63% del PIB total de América Latina y el Caribe.
Entre los que más
crecieron están Paraguay, Panamá, Bolivia y el Perú, todos más de 5%, mientras
que Argentina, Chile, Colombia, Guyana, Nicaragua y Uruguay lo hicieron entre
el 4% y el 5%.
Este crecimiento,
modesto pero real, se logró básicamente por el dinamismo de la demanda interna
y sobre todo del consumo, que aportó 2,8 puntos porcentuales del crecimiento
del PIB, mientras que la inversión solo aportó apenas 0,9 puntos porcentuales.
Un dato interesante es que “la inversión de la región en su conjunto fue
financiada por una proporción de ahorro externo mayor que en 2012” y que “la
volatilidad financiera internacional favoreció el cambio de la composición de
la cuenta financiera de la balanza de pagos de América Latina y el Caribe en
2013”, lo que significa que la inversión extranjera se mantuvo en buen nivel y
que las tasas de interés externas se mantuvieron bajas.
Perspectivas
para 2014
La previsión del
CEPAL para el año que viene es que aumente la demanda externa y que el consumo manifieste
un modesto crecimiento, lo cual nos permitirá mejorar las cifras actuales.